El viernes pasado el DANE reveló las nuevas cifras de empleo. Muchos, incluidos varios voceros oficiales, salieron a celebrar. Pero las nuevas cifras no son motivo alguno de celebración. La gráfica adjunta (elaborada por Hugo López Castaño) resume perfectamente la dinámica reciente del mercado laboral colombiano. La gráfica muestra la evolución (en forma de índice) de tres indicadores desde el año 2007: en rojo se muestra el empleo informal, en negro el empleo asalariado y en azul el llamado empleo moderno que es el asalariado más el correspondiente a los trabajadores con educación superior no asalariados.
El empleo informal (la mayoría de muy mala calidad) está creciendo a tasas muy altas, en parte por el aumento en el número de trabajadores familiares sin remuneración. El empleo asalariado sigue creciendo muy lentamente. La caída del desempleo esconde un problema mayor: la baja calidad de los empleos que se están creando en Colombia. Insisto: no hay motivo de celebración. Los indicadores siguen siendo muy malos, casi desastrosos.