El primer gráfico muestra el cambio de la relación entre informalidad y años de educación entre los años 1988 y 2000. En 1988 la diferencia entre los educados y los no educados en las tasas de informalidad no era muy grande (aproximadamente 10 puntos). La pendiente se empina con el paso del tiempo; esto es, la diferencia crece. En 2000 la brecha de informalidad ya es muy grande (superior a 40 puntos). En suma, la informalidad creció sustancialmente para los no educados mientras se redujo significativamente para los educados.
El segundo gráfico muestra que el aumento del coeficiente Gini (que mide la concentración del ingreso) ha coincidido con el aumento de los costos laborales. Ya sé: la correlación no implica causalidad pero la evidencia es bastante sugestiva.
Ambos gráficos fueron tomados del artículo “Labor market regulations, outcomes and distribution in Colombia and Chile” de Fabio Sánchez, Jorge Restrepo y Mauricio Ruiz.